Rezar el Rosario
Los misterios del Rosario
Misterios Gozosos
(lunes y sábado)
Misterios Dolorosos
(martes y viernes)
Misterios Gloriosos
(miércoles y domingo)
Misterios Luminosos
(jueves)
Las oraciones del Rosario
La Señal de la Cruz
En el nombre del Padre y del Hijo
y del Espíritu Santo. Amén.
El Credo de los Apóstoles
Creo en Dios, Padre todopoderoso,
Creador del cielo y de la tierra. Creo en Jesucristo, su único Hijo,
nuestro Señor, que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo, nació
de Santa María Virgen, padeció bajo el poder de Poncio Pilato, fue
crucificado, muerto y sepultado, descendió a los infiernos, al tercer día
resucitó de entre los muertos, subió a los cielos y está sentado a la derecha
de Dios, padre todopoderoso. Desde allí ha de venir a juzgar a los vivos y a
los muertos. Creo en el Espíritu Santo, la santa Iglesia católica, la
Comunión de los Santos, el perdón de los pecados, la resurrección de la carne
y la vida eterna. Amén.
El Padrenuestro
Padre nuestro, que estás en el
cielo, santificado sea tu nombre; venga a nosotros tu reino; hágase tu
voluntad, en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día;
perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden;
no nos dejes caer en la tentación, y líbranos del mal. Amén.
El Avemaría
Dios te Salve, María, llena eres
de gracia; el Señor es contigo. Bendita tú eres entre todas las mujeres, y
bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega
por nosotros, pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
El Gloria
Gloria al Padre y al Hijo y al
Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de
los siglos. Amén.
Oración de Fátima
Oh Jesús mío, perdona nuestros
pecados, líbranos del fuego del infierno, lleva al cielo a todas las almas,
especialmente a las más necesitadas de tu misericordia.
La Salve
Dios te Salve, Reina y Madre de
misericordia, vida, dulzura y esperanza nuestra, Dios te salve. A ti llamamos
los desterrados hijos de Eva; a ti suspiramos, gimiendo y llorando, en este
valle de lágrimas. Ea, pues, Señora, abogada nuestra, vuelve a nosotros esos
tus ojos misericordiosos, y, después de este destierro, muéstranos a Jesús,
fruto bendito de tu vientre. ¡Oh clemente, oh piadosa, oh dulce Virgen María!
Oración después del Rosario
Oh Dios, cuyo Hijo unigénito, por
su vida, muerte y Resurrección nos ha merecido el premio de la
bienaventuranza eterna, concédenos a quienes meditamos los misterios del Santísimo
Rosario de la Virgen María, imitar lo que en ellos se contiene y alcanzar lo
que prometen, por el mismo Jesucristo, Nuestro Señor. Amén.
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¿Qué es
el Santo Rosario?
Hasta ahora se ha considerado como la mejor
definición del Rosario, la que dio el Sumo Pontífice San Pío V en su
"Bula" de 1569: "El Rosario o salterio de la Sma. Virgen, es un
modo piadosísimo de oración, al alcance de todos, que consiste en ir repitiendo
el saludo que el ángel le dio a María; interponiendo un Padrenuestro entre cada
diez Avemarías y tratando de ir meditando mientras tanto en la Vida de Nuestro
Señor". El Rosario constaba de 15 Padrenuestros y 150 Avemarías, en
recuerdo de los 150 Salmos. Ahora son 20 Padrenuestros y 200 Avemarías, al
incluir los misterios de la luz.
La palabra Rosario significa "Corona de Rosas". Nuestra Señora ha revelado a varias personas que cada vez que dicen el Ave María le están dando a Ella una hermosa rosa y que cada Rosario completo le hace una corona de rosas. La rosa es la reina de las flores, y así el Rosario es la rosa de todas las devociones, y por ello la más importante de todas.
El Rosario está compuesto de dos elementos: oración mental y oración verbal.
La palabra Rosario significa "Corona de Rosas". Nuestra Señora ha revelado a varias personas que cada vez que dicen el Ave María le están dando a Ella una hermosa rosa y que cada Rosario completo le hace una corona de rosas. La rosa es la reina de las flores, y así el Rosario es la rosa de todas las devociones, y por ello la más importante de todas.
El Rosario está compuesto de dos elementos: oración mental y oración verbal.
En el Santo Rosario la oración mental no es otra cosa que la meditación sobre los principales misterios o hechos de la vida, muerte y gloria de Jesucristo y de su Santísima Madre. Estos veinte misterios se han dividido en cuatro grupos: Gozosos, Luminosos, Dolorosos y Gloriosos.
La oración verbal consiste en recitar quince decenas (Rosario completo) o cinco decenas del Ave María, cada decena encabezada por un Padre Nuestro, mientras meditamos sobre los misterios del Rosario.
La Santa Iglesia recibió el Rosario en su forma actual en el año 1214 de una forma milagrosa: cuando Nuestra Señora se apareciera a Santo Domingo y se lo entregara como un arma poderosa para la conversión de los herejes y otros pecadores de esos tiempos. Desde entonces su devoción se propagó rápidamente alrededor del mundo con increíbles y milagrosos resultados.
Entre las varias formas y modos de honrar a la Madre de Dios, optando por las que son mejores en sí mismas y más agradables a Ella, es el rezo del Santo Rosario la que ocupa el lugar preeminente. Vale la pena recordar que, entre las variadas apariciones de la Santísima Virgen, siempre Ella ha insistido en el Rezo del Rosario. Es así como, por ejemplo, el 13 de mayo de 1917 en un pueblo de Portugal llamado Cova de Iría, la Santísima Virgen insiste con vehemencia el rezo del Rosario a los tres pastorcitos, en una de sus muchas apariciones a estos tres videntes.
Siendo un sacramental, el Santo Rosario contiene los principales misterios de nuestra religión católica, que nutre y sostiene la fe, eleva la mente hasta las verdades divinamente reveladas, nos invita a la conquista de la eterna patria, acrecienta la piedad de los fieles, promueve las virtudes y las robustece. El Rosario es alto en dignidad y eficacia, podría decirse que es la oración más fácil para los sencillos y humildes de corazón, es la oración más especial que dirigimos a nuestra Madre para que interceda por nosotros ante el trono de Dios.
El Santo Rosario prolonga la vida litúrgica de la Iglesia, pero no la sustituye, al contrario, enriquece y da vigor a la misma liturgia. Es por ello, que el Santo Rosario se enmarca como una plegaria dentro de la religiosidad popular que contiene un gran tesoro de volares que responde con sabiduría cristiana a los grandes interrogantes de la existencia.
El pueblo latinoamericano es profundamente Mariano, reconoce con una gran sabiduría popular católica, que llegamos a Jesús Salvador a través de María Santísima su Madre y desde los mismos tiempos del descubrimiento y de la conquista de América, se generó una gran devoción por la Virgen María; en Ella, nuestros pueblos siempre han mirado el rostro maternal de quien nos trajo la salvación y con la primera manifestación explicita de la Reina del Cielo en tierra americana, con rostro y figura de mujer mestiza, en México, se acrecentó aun mayor el amor y la devoción a ella en todos los países hispano parlantes, reconociéndola como nuestra propia Madre, llena de amor, de misericordia y de piedad para con sus hijos. Sentimiento que va en relación directa con el origen mismo de la Maternidad Divina: María es Madre de Dios Redentor es también verdaderamente la Madre de todos los miembros de Cristo, porque Ella colaboro con su amor a que nacieran en la Iglesia, los creyentes, miembros de aquella cabeza que es Cristo.
El paso del tiempo, las costumbres modernas, y la innovación de formas de oración, no pueden dejar a un lado el rezo del Santa Rosario. De hecho, los Santos Padres y los Santos han tenido una profunda devoción a este sacramental, nosotros como católicos y como amantes de la Reina del Cielo hemos de ser fervientes devotos del Rosario. Es digno de recordar que la familia que reza unida permanece unida, Que la recitación piadosa y consciente del Santo Rosario nos traiga la paz al alma y nos una más estrechamente a María para vivir auténticamente nuestro cristianismo.
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